Valor social

Concepto

Es un indicador de la repercusión que sobre la sociedad genera una actividad o un proyecto, en términos no económicos sino de aporte social y/o medioambiental. Se trata, por tanto, de la medición de un intangible, no siendo fácil consensuar la metodología que lo defina y cuantifique.

Se crea valor social cuando se combinan recursos, procesos y políticas para generar mejoras en la vida de las personas (individuos) o de la sociedad en su conjunto. También se le denomina impacto social. Las empresas de Economía Social o del Tercer Sector aportan y generan resultados con valor social.

Cuantificar, determinar o medir el valor social

Cuantificar, determinar o medir el valor social de una actuación económica es una herramienta base para comprobar la eficiencia en el uso de los bienes y recursos.

El valor social da un paso más y valora impactos más amplios que los financieros respecto de una actuación o una intervención. A veces estos impactos generan externalidades negativas que también han de valorarse, junto con las positivas.

Dada la exigencia que por su escasez debe requerirse al empleo y destino de los fondos públicos en niveles de eficiencia y competitividad, velar por su uso óptimo, evitar el despilfarro, etc., es interesante incorporar en la toma de decisiones herramientas que permitan considerar esta aportación, pues este valor sería un valor equiparable al valor añadido de los procesos económicos (de relativa fácil medición con criterios financieros) y estar sujeto a una trazabilidad en su producción y distribución (ser identificado en origen y destino). Con la medición del impacto económico y social de los programas públicos se puede conocer el retorno de la inversión pública a la sociedad.

No obstante, la dificultad de monetizar el impacto de los resultados obtenidos provoca que empresas que no tienen como fin primordial la obtención de beneficios, como las empresas sociales, se resientan en aquellos contratos donde compiten con las empresas mercantiles, más eficientes vía precio, aunque si los decisores públicos pudieran (o supieran, porque existiera una metodología arbitraria aceptada) incorporar los aspectos sociales y éticos, así como la generación de valor global en las licitaciones con herramientas de análisis consensuadas, las empresas sociales obtendrían ciertas ventajas en este análisis de valor más global.

La medición del valor social, del impacto social que una empresa genera, es difícil de categorizar, pero es necesario hacerlo y cuantificarlo cuando se reciben fondos públicos para el sostenimiento de la actividad y servir de complemento a los criterios financieros. Los procesos no están bien definidos y no se dispone de una metodología aceptada por las organizaciones, aunque podría ser a partir del Análisis Coste/Beneficio, y la determinación del Valor Añadido Neto Económico (VANE).

La meta sería que en futuro se pudiera disponer de una contabilidad social que acompañara a la financiera, o a solicitar la inclusión del valor social en las licitaciones públicas mediante alguna cláusula especial, siempre que no vulnere la libre competencia.