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Empresa social

Empresa social

Empresas con unas particularidades intrínsecas propias que apuestan por la movilización de recursos, el desarrollo de actividades y el logro de unos objetivos que la producción mercantil rentable no contempla.

Gestión empresarial

Concepto

Es una tipología de empresas con unas particularidades intrínsecas propias que apuestan por la movilización de recursos, el desarrollo de actividades y el logro de unos objetivos que la producción mercantil rentable no contempla. En la Empresa Social se vincula la organización empresarial a unos valores distintivos propios que, ajenos a las estructuras mercantiles tradicionales, protagonizan una actividad productora de bienes y servicios convencional.

La Comisión Europea (2011) define a las Empresas Sociales como aquellos operadores de la Economía Social cuyo principal objetivo es generar un impacto social positivo por encima de la generación de beneficios para sus accionistas. Trabajan produciendo bienes o prestando servicios en diversos sectores y destinan sus ingresos principalmente a conseguir objetivos sociales. La Comisión distingue las Empresas Sociales en tres tipos: las que su fin social de interés común justifica la causa y origen de su actividad comercial, las que reinvierten mayoritariamente sus beneficios para la consecución del fin social y las que tienen un sistema de régimen organizativo o de propiedad democrático y participativo fruto de su misión social.

Dos son los modelos operativos de Empresas Sociales y distinta su concepción aunque ambos persigan un fin social. Por una parte destacan las actividades proveedoras de bienes o servicios sociales a un público vulnerable en ciertos aspectos, tales como el de acceso a la vivienda, sanidad, asistencia a mayores, protección de la infancia, gestión de la dependencia, discapacitados, o servicios de empleo y formación. Por otra, aquellas en las que también el objetivo que se persigue es de tipo social, pero su modo de actuar consiste en la producción de bienes y servicios (de cualquier clase) con una finalidad de integración laboral, permitiendo y favoreciendo el paso al empleo ordinario de colectivos desfavorecidos o en riesgo de exclusión social, por falta de formación o marginación. La finalidad es la inclusión, pero a partir de empresas que no producen bienes y servicios sociales sino servicios de cualquier tipo, igual que en el mercado ordinario, y donde el trabajo ofertado es el que cubre el aspecto integrador y social.

Génesis y experiencias de empresas sociales

Establecer su génesis es difícil y exige discernir la dicotomía de términos Tercer Sector vs Economía Social en función de dos enfoques distintos: el de tradición francófona-europea y el anglosajón.

La literatura económica vinculada a la corriente francófona, o europea continental, considera como Empresas Sociales las cooperativas, las mutuas, las asociaciones y las fundaciones. El conjunto de estas organizaciones not-for-profit están sujetas a prestar su actividad con finalidad de servicio a sus socios y/o a la comunidad, requieren de autonomía y decisión democrática en los procesos de gestión y verifican una primacía de las personas y del trabajo frente al capital en el reparto de beneficios, aunque se puede dar un reparto pero hasta cierto límite.

Por su parte, en el enfoque anglosajón, Tercer Sector sin ánimo de lucro, Sector Non Profit o de Organizaciones Voluntarias, las entidades que la componen presentan una organización formal, autogobernada y privada (aunque puede recibir apoyo financiero público), de carácter no lucrativo, sujeta al principio de no distribución de beneficios entre los miembros de la organización y donde es muy importante el grado de voluntariado. Transformar estas organizaciones del Tercer Sector No Lucrativo en Empresas Sociales sujetas a una actividad de producción de bienes y servicios supone un mayor esfuerzo de adaptación, sobre todo en su forma de financiación, ya que evoluciona de una dependencia total del sector público a la necesidad de obtener parte de sus recursos por su actividad económica.

La figura jurídica adoptada en estas entidades con reto social no es determinante, pues las hay de diferentes formas jurídicas; si bien las líderes son las cooperativas sociales, destacan también las empresas socioeconómicas de utilidad pública en Austria, las sociedades de finalidad social como las EFTA, ETA, ateliers sociaux o los ateliers protégés de Bélgica, las cooperativas de trabajo de Finlandia, las CAVAS o las empresas de inserción en Francia, las RUSE o las empresas de economía solidaria en Luxemburgo, las empresas de inserción y las cooperativas de solidaridad social en Portugal, los centros especiales de empleo, las empresas de inserción y los centros ocupacionales en España, las Community Businesses en Reino Unido o las Empresas Sociales y gubernamentales de los Estados Unidos y, la cooperativa social de Quebec. El CESE (2011) reconoce la disparidad de las definiciones nacionales en el entorno europeo y la inexistencia de una definición formal única.

Las empresas sociales en España

España es un país pionero con una legislación específica sobre Economía Social. La Ley 5/2011 de 29 de marzo, muestra la relevancia que en nuestro país desempeña la labor de la Economía Social y las Empresas Sociales, y puede ser referente legislativo en otros países. En su artículo 5 se identifican las entidades que integran a la Economía Social: Empresas de Inserción, Cooperativas, Sociedades Laborales, Mutualidades, Cofradías de Pescadores, Centros Especiales de Empleo, las Sociedades Agrarias de Transformación y las Fundaciones, destacando como Empresas Sociales por el empleo las Empresas de Inserción, las Sociedades Laborales y los Centros Especiales de Empleo. Estas empresas apuestan por la inserción por la economía y el trabajo, ofreciendo un lugar en la economía mercantil a las personas desfavorecidas.

De los dos enfoques descritos en el apartado anterior, en España predomina el modelo vinculado a la Economía Social, con sus principios y valores, y se relaciona principalmente con Emprendedores Sociales colectivos.

Recuerde que...

  • Se vincula la organización empresarial a unos valores distintivos propios que, ajenos a las estructuras mercantiles tradicionales, protagonizan una actividad productora de bienes y servicios convencional.
  • La CE las define como aquellos operadores de la Economía Social cuyo objetivo es generar un impacto social positivo por encima de la generación de beneficios para sus accionistas.

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